El abrasador sol mediterráneo golpea implacablemente la vibrante ciudad de Barcelona, sus ardientes rayos convierten las calles en un horno, definiendo el clima de la ciudad.
Invierno en Barcelona
En invierno, las temperaturas pueden alcanzar un sofocante máximo de 13°C (55.4°F) o 15°C (59°F), llevando a los locales y turistas por igual a buscar refugio en edificios con aire acondicionado. Pero el alivio es de corta duración, ya que caídas repentinas de temperatura, conocidas como el fenómeno de la Gota Fría, traen lluvias torrenciales que pueden descargar hasta 80 litros por metro cuadrado en pocas horas.
Verano en Barcelona
El verano no ofrece escape del calor. La ciudad hierve con máximas promedio de 28°C (83°F) a 29°C (84°F) durante el día y mínimas ligeramente más frescas de 22°C (73°F) a 23°C (73.6°F) por la noche. El aire está cargado de humedad, lo que hace casi imposible encontrar respiro del calor opresivo.
El momento óptimo para experimentar el esplendor de Barcelona
Para aquellos lo suficientemente valientes como para soportar el clima intenso, Barcelona ofrece sus encantos durante todo el año. Aunque el mejor momento para visitar puede ser entre mayo y julio, cuando el calor abrasador aún no alcanza su pico y los bañistas aún pueden disfrutar del sol sin miedo a sobrecalentarse. Ya sea con lluvia o sol, esta vibrante ciudad palpita con vida y recibe a los visitantes con los brazos abiertos.